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Bienvenidos al Concurso de Fotografía e Ilustración Científica ConCiencYarte 2020, que tiene como objetivo acercar la investigación científica a la sociedad, utilizando medios visuales como vehículos que permitan la divulgación de descubrimientos científicos de forma sencilla e ilustrativa.

El concurso cuntó con dos catergorias principales:

  • Micro: para obras en las que dimensiones reales del objeto fotografiado o ilustrado sea menor o igual a 1 mm.
  • Macro: para obras en las que dimensiones reales del objeto fotografiado o ilustrado sea mayor de 1 mm.

Echale un vistazo al genial catálogo de esta edición

“Cascada amiloide” – María López Quiroga

La hipótesis de la cascada amiloide ha sido el modelo con más peso en las últimas décadas para explicar la enfermedad del Alzheimer, el tipo de demencia más común. Sostiene que una serie de reacciones químicas provocan una cascada cuyo resultado es la acumulación en el cerebro de placas amiloides: depósitos extracelulares anormales de un material proteínico llamado betaamiloide. Este acúmulo marca el comienzo patológico de la de la enfermedad de Alzhéimer. Las placas se localizan en las diversas estructuras neuronales de los enfermos provocando una paulatina degeneración y atrofia del cerebro. Muchos de los intentos terapéuticos para frenar la neurodegeneración derivada del Alzheimer han tenido como objetivo estas placas amiloides. Bien tratando de detener su formación y sedimentación o potenciando su eliminación. Las terapias exploradas hasta la fecha han demostrado una eliminación satisfactoria de estos depósitos de amiloide que sin embargo no supusieron una mejora cognitiva. El grabado ejemplifica la progresiva sedimentación de las placas y la consecuente pérdida de la estructura neuronal jugando con la intensidad de los colores y técnica de grabado.


“Poniéndole sentido a tu entorno ” – Ana Belén Iglesias González

Todos los animales dependemos de nuestros órganos sensoriales para descifrar nuestro entorno. Básicamente, el cerebro es una máquina donde se interpretan todos los sentidos y los modula para, llegado el momento, actuar acorde a ellos. Un análisis más detallado de las redes neuronales nos ayudará a entender la forma en la que percibimos el mundo. Usando la línea lateral del pez cebra como modelo, queremos simplificar el estudio de este circuito. La línea lateral es un órgano sensorial que tiene unas células a lo largo del cuerpo. Estas células se llaman neuromastos y están compuestas por células ciliadas que son similares a las que podemos encontrar en nuestro oído interno. Estas células ciliadas en pez son capaces de detectar cambios en el movimiento y vibraciones del agua alrededor del cuerpo. Los neuromastos están conectados por neuronas sensoriales que le comunicarán toda esta información al cerebro. Estudiar cómo se procesa sensorialmente toda esa información nos ayudará a dar un paso adelante para entender cómo nuestro cerebro le da sentido al mundo que nos rodea. En la imagen podemos ver la red de neuronas sensoriales en una larva de pez cebra. Al final de cada prolongación, se puede ver una estructura parecida a la de una coliflor. Aquí es en donde se establece la conexión con las células ciliadas de los neuromastos. A medida que el pez va creciendo, el número de los neuromastos va en aumento y la red sensorial se vuelve más elaborada.


«Comecocos» – Celia Escudero Hernández

Nuestros intestinos están recubiertos de una fina capa de células encargadas de la absorción de nutrientes: las células epiteliales intestinales (CEI, en verde con el núcleo de la célula en azul). Es importante estudiar las CEI porque forman una barrera que nos protege de los contenidos del intestino: no sólo de la comida, sino de los componentes de la digestión que producimos, de las bacterias beneficiosas y de las nocivas, de virus… Además, las CEI pueden comunicarse con otras células que están debajo, como son las células que las mantienen, o las células del sistema inmunológico que luchan contra cualquier amenaza. En este proyecto, estudié el receptor de una molécula que usan las células para mandar señales de inflamación llamado receptor de interleuquina 15 alfa (IL-15Rα). Tanto la interleuquina 15 (IL-15) como su receptor son importantes en enfermedades inflamatorias, por ejemplo, en la enfermedad celiaca. Los celiacos son personas a las que se les inflama el intestino cuando comen cereales con gluten y, por tanto, se dañan las CEI y no absorben bien los nutrientes. Así que es crucial entender cómo se comunican las células entre ellas. Al estudiar este receptor, IL-15Rα, descubrí que hay diferentes variantes en las CEI (unas más cortas y otras más largas), pero que no unen IL-15 (la señal de inflamación) y, por tanto, su función es desconocida. Futuras investigaciones tendrán que ayudarnos a saber más sobre estos interesantes eventos y qué sucede en distintas enfermedades.


«Una extraña mazorca de maíz» – Adrián Pastor Espejo

Al ver la imagen se puede pensar que la imagen es una extraña mazorca de maíz, o puede creer que sea un pelo humano a vista de microscopio… nada parecido. En la imagen –microscopía electrónica de barrido– se muestra la estructura de SiO2 generada al calcinar la cáscara del arroz (que es esa mazorca rara, de color amarillo) sobre la que se han incorporado micro- y nanopartículas de ZnO. Los trozos rotos de esas mazorcas (color verde), aparecen en el fondo como si fueran hojas. El arroz es un cereal que posee una cascarilla como recubrimiento. De hecho, existe un gran problema medioambiental con la cascarilla debido a la gran producción mundial de arroz, más de 500 millones de toneladas anuales, de las cuales, en torno al 20 % es de cáscara. ¿Y qué se hace con tanta cascarilla? Actualmente, esta se utiliza como cama para el ganado o se quema para el proceso de secado del arroz. No obstante, las cenizas de este residuo presentan ciertas propiedades que lo hacen de especial interés. Esta cáscara, a diferencia de otras de la naturaleza, presenta un elevado contenido de silicio, y si se calcina en las condiciones adecuadas se obtiene SiO2 con elevada superficie específica. Esta característica se ha aprovechado para depositar ZnO sintetizando así un fotocatalizador a partir de un residuo agroindustrial. 


«Cocodrilos por el Nilo» – Adrián Pastor Espejo

Al ver la imagen puede parecer que unos cocodrilos se encuentran al acecho por el río Nilo. En realidad, la imagen –microscopía electrónica de barrido– muestra la estructura de SiO2 generada al calcinar la cáscara del arroz (que son esas formas verdes que se asemejan a la piel de cocodrilo) sobre la que se han incorporado micro- y nanopartículas de un compuesto químico, el ZnO. El arroz es un cereal que posee una cascarilla como recubrimiento. De hecho, existe un gran problema medioambiental con la cascarilla debido a la gran producción mundial de arroz, más de 500 millones de toneladas anuales, de las cuales, en torno al 20 % es de cáscara. ¿Y qué se hace con tanta cascarilla? Actualmente, esta se utiliza como cama para el ganado o se quema para el proceso de secado del arroz. No obstante, las cenizas de este residuo presentan ciertas propiedades que lo hacen de especial interés. Esta cáscara, a diferencia de otras de la naturaleza, presenta un elevado contenido de silicio, y si se calcina en las condiciones adecuadas se obtiene SiO2 con elevada superficie específica. Esta característica se ha aprovechado para depositar ZnO, sintetizando así un fotocatalizador (compuesto que promueve reacciones químicas gracias a la acción de la luz) a partir de un residuo agroindustrial.


«Autopista espinal» – Teresa Fernández Zafra

La fotografía muestra fibras nerviosas viajando a lo largo de la médula espinal de un ratón. La imagen fue tomada con un microscopio que aumentó dos veces el tamaño real de la muestra. La médula espinal funciona transmitiendo información entre el cerebro y el cuerpo. Ésta viaja en forma de impulsos eléctricos a través de los axones, que son los cables largos y delgados que se aprecian en la imagen, conocidos colectivamente como fibras nerviosas. Estos axones han sido modificados genéticamente para incorporar una proteína de fluorescencia verde, que los hace visibles cuando se utiliza un láser a determinadas longitudes de onda. La imagen original ha sido modificada para resaltar el parecido de la médula espinal con una autopista en la que los coches viajan en direcciones contrarias (hacia el cuerpo, hacia el cerebro). Los ratones transgénicos con axones fluorescentes son muy útiles en el campo de la lesión de la médula espinal. Los hemos utilizado para estudiar el daño que causa este tipo de lesión a axones cercanos, el cual suele resultar en pérdidas sensoriales y parálisis. El principal objetivo de esta línea de investigación es identificar tratamientos que favorezcan la regeneración de axones dañados para recuperar su funcionalidad.


«Donut celular» – Celia Escudero Hernández

Nuestros intestinos están recubiertos de una fina capa de células encargadas de la absorción de nutrientes: las células epiteliales intestinales (CEI, en azul, dispuestas en círculo). Es importante estudiar las CEI porque forman una barrera que nos protege de los contenidos del intestino: no sólo de la comida, sino de los componentes de la digestión que producimos, de las bacterias beneficiosas y de las nocivas, de virus… Además, las CEI pueden comunicarse con otras células que están debajo, como son las células que las mantienen, o las células del sistema inmunológico que luchan contra cualquier amenaza. En este proyecto, estudié un grupo de proteínas que permiten el transporte de agua a través de las células (aquaporinas, en rojo) y son particularmente importantes en el colon. El colon es la última zona de los intestinos donde se forman las heces. Al estudiar muestras de colon de pacientes con una enfermedad inflamatoria intestinal llamada colitis microscópica, encontré que unos niveles bajos de aquaporina 8 se asocian con la diarrea que padecen estos pacientes.


«The Grapes of BAT» – Patricia Mármol Carrasco

El tejido adiposo marrón (BAT), es un tipo de grasa en mamíferos que contiene adipocitos marrones. Este tipo particular de célula es capaz de producir calor a partir de los nutrientes, principalmente para mantener la temperatura corporal. Una de las fuentes más importantes usadas por la célula para generar calor son las gotas lipídicas, que son inclusiones de grasa microscópicas que se encuentran dentro del adipocito. Estas inclusiones constan de un núcleo de triglicéridos cubierto por proteínas y otras moléculas. Uno de los métodos para visualizar las gotas lipídicas es mediante la incubación de una sección de tejido con el compuesto fluorescente Bodipy. La foto, tomada con un microscopio confocal a un aumento de 63X, es de una sección de BAT de una línea de ratones transgénicos en los que se produce un aumento anómalo de una de las proteínas de la cubierta de la gota lipídica. Esto hace que su morfología cambie y parezcan un racimo de uvas. 


«Poniéndole sentido a tu entorno» – Ana Belén Iglesias González

Todos los animales dependemos de nuestros órganos sensoriales para descifrar nuestro entorno. Básicamente, el cerebro es una máquina donde se interpretan todos los sentidos y los modula para, llegado el momento, actuar acorde a ellos. Un análisis más detallado de las redes neuronales nos ayudará a entender la forma en la que percibimos el mundo. Usando la línea lateral del pez cebra como modelo, queremos simplificar el estudio de este circuito. La línea lateral es un órgano sensorial que tiene unas células a lo largo del cuerpo. Estas células se llaman neuromastos y están compuestas por células ciliadas que son similares a las que podemos encontrar en nuestro oído interno. Estas células ciliadas en pez son capaces de detectar cambios en el movimiento y vibraciones del agua alrededor del cuerpo. Los neuromastos están conectados por neuronas sensoriales que le comunicarán toda esta información al cerebro. Estudiar cómo se procesa sensorialmente toda esa información nos ayudará a dar un paso adelante para entender cómo nuestro cerebro le da sentido al mundo que nos rodea. La imagen nos muestra una proyección sensorial en una larva de pez cebra (cian) y una proyección (magenta) que viene desde el cerebro que se separa de las otras proyecciones en la línea lateral. Estas proyecciones se desvían para conectar con un neuromasto creando esta estructura en forma de panal de abeja. Entre los espacios de estos panales de abeja, es en donde se encuentran las células ciliadas. 


«Pirámides sobre la luna» – Adrián Pastor Espejo

En la imagen (obtenida mediante microscopía electrónica de barrido) se muestra una deposición sobre vidrio de nanoláminas de unos compuestos conocidos como Hidróxidos Dobles Laminares, HDL (puntos grises dispersados por toda la imagen). En este trabajo se ha conseguido funcionalizar (modificar) la superficie del vidrio con HDL basados en Zn y Cr, obteniendo así un material con propiedades fotocatalíticas. Esto significa que el vidrio obtenido puede promover ciertas reacciones químicas cuando es irradiado con luz. De esta manera, el objetivo final sería crear ventanas que eliminasen los contaminantes atmosféricos cuando reciban la luz del sol. Previamente a la realización de la deposición del HDL (mediante la técnica conocida como dipcoating), el vidrio es tratado con ácido fluorhídrico con el objetivo de mejorar el rendimiento de la deposición. En este caso, el ácido ha creado una especie de agujeros en el vidrio que se asemejan a los cráteres del citado Satélite. Además, la evaporación del disolvente empleado en la deposición ha propiciado la formación de cristales de vidrio que se asemejan a las pirámides que conocemos en Egipto.

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